Me encanta caminar para pensar... que los pies decidan dónde ir, para que la cabeza pueda pensar en el que necesite. Y los pies deciden muchas veces ir hasta la Isla de las Esculturas y aledaños.
Y no es casual que repita, pues la isla es una de las zonas más hermosas y tranquilas de la ciudad y, por encima, tiene muy buen acceso. La antes llamada Illa do Cobo, es en sí misma un juncal de más de 6 hectáreas de gran interés natural y paisajístico (declarada como Lugar de Importancia Comunitaria (LIC) e incluida en la Red Natura 2000), que la finales del siglo XX fue transformada en parque y museo al aire libre.
Para acceder contamos con varias pasarelas y puentes, siendo la más espectacular de todas un puente peatonal colgante, el cual permite que pasemos a la otra margen del río, donde podemos conectar con la Senda del Lérez (ruta de unos 12 kilómetros que va pegada a ambos márgenes del río Lérez, desde el Puente de los tirantes hasta el embalse de Bora).
Como museo, la Isla de las Esculturas expone de forma permanente y gratuita obras de una docena de artistas de reconocimiento internacional, las cuales tienen el granito, la piedra gallega por excelencia, como nexo entre ellas y el contorno.
Como no son un aficionado a las esculturas, voy a dejar que otros con más criterio hagan una valoración en profundidad de las obras, por ejemplo el que hacen dentro de la web del Pazo de la Cultura. En cualquiera caso, aunque pagano en la materia, no me resisto a indicar las que más me gustan :)
"Los 36 justos" de Fernando Casás, basada en una leyenda que cuenta como el mundo mantiene su equilibrio gracias a 36 personas que viven discretamente entre el resto. Aquí podéis ver un detalle de uno de los Justos.
"Pyramid" de Dan Graham, por su geometría.
"Bancos de Piedra" de Jenny Holzer, que incitan a pararse, pensar y meditar.
Como parque y zona de recreo cuenta con el Parque de la Familia, situado entre la isla y el complejo universitario. Este parque infantil tiene multitud de juegos para los más pequeños, mientras que los adultos disponemos de un quiosco-cafetería desde donde vigilar a los peques mientras nos tomamos algo.
Por supuesto dispone de múltiples senderos para pasear y hacer deporte, que conforman tres circuitos de entre 1 y 1,8 km., por lo que es fácil ver la mucha gente corriendo o paseando en bici. Pero el contorno es tan agradable que no nos quedamos sólo en tierra, sino que es muy habitual ver la deportistas practicando piragüismo en las aguas Lérez.
De entre las actividades y eventos que también acoge el lugar podemos destacar el Surfing the Lerez Festival que todos los años le ponen ritmos alternativos a la ciudad.
Vamos, una visita obligada para los que se estén de visita por la ciudad, y por supuesto, zona habitual para tantos pontevedreses que disfruten de este maravilloso espacio a diario :)
